El desierto siempre ha atraído a la gente. Su imponente tamaño, su aislamiento y su silencio lo convierten en un lugar misterioso. Nos recuerda la modestia de nuestra condición humana y, paradójicamente, representa la fantasía de vivir una aventura real, inédita y trascendente. El desierto va más allá de la emoción inicial que sentimos cuando la nada se extiende ante nosotros. Más que un horizonte marcado por el calor, un sinfín de guijarros y arena que dan ganas de zambullirse, suscita nuevas sensaciones y nos llena de cierta embriaguez. Nos hace conscientes de nosotros mismos y nos cuestiona el sentido de nuestra existencia.
El desierto aísla. Poco a poco, rodea los espacios vitales y los reduce todo lo que puede. También difumina las líneas e intenta aislar del resto del mundo a quienes se resisten a él e insisten en cultivar flores donde sólo sembraría vacío y aislamiento. La hospitalidad es, pues, hija natural del desierto, y representa la solidaridad de la humanidad frente a esta inmensidad silenciosa. El visitante es el que trae noticias del exterior y habla de la vida más allá del desierto. De hecho, ésta es su misión principal, y el famoso «teléfono árabe» no es más que un nombre gracioso para esta función que las sociedades del desierto han creado para adaptarse. Además, más allá de esta función, se ha desarrollado una cultura de la acogida en torno a la cual se tejen las relaciones humanas. Sea cual sea su riqueza o su posición social, los habitantes del desierto han desarrollado el arte de la hospitalidad. Aunque una red de carreteras ha reducido considerablemente el aislamiento del desierto, y los medios de comunicación e Internet permiten recibir las noticias sin tener que comunicarse entre sí, las puertas del desierto están siempre abiertas y el visitante es siempre sagrado. El famoso té de menta con almendras se ofrece en todas las reuniones y en todas las circunstancias.
Todos los recorridos que proponemos son flexibles y se pueden añadir y/o quitar elementos en función de la duración de su estancia y de sus deseos.
Quiénes somos
Maroc Tour Evasion
Somos una familia bereber del desierto de Marruecos. Nos encanta el desierto y queremos compartir nuestra experiencia contigo: descubrir oasis salvajes, la auténtica vida de los nómadas y los pueblos bereberes, amplios espacios abiertos y sus enérgicos silencios. Este viaje es una oportunidad para hacer una pausa consciente en nuestras aceleradas vidas y conocernos a nosotros mismos a través de un entorno diferente.
Para hacer de su viaje una experiencia única y fascinante, un memorable punto de inflexión en su vida, queremos que experimente toda la riqueza del modo de vida bereber.